Simeone visto por los suyos

En apenas dos años y medio, Diego Pablo Cholo Simeone (Buenos Aires, 1970) ha llevado en lo particular a su Atlético de Madrid a cotas nunca alcanzadas en los 111 años de vida de la institución (4 grandes títulos -Europa League, Supercopa de Europa, Copa del Rey y Campeonato de Liga- en tan breve periodo de tiempo no habían sido atesorados por el club en su dilatada historia) y en lo general, ha puesto patas arriba el panorama futbolístico español (acabando, tras el serio aviso que ya dio la temporada pasada, con el abuso de posición dominante que venía afectando a las competiciones nacionales en la última década por la situación duopolística que mantienen F.C. Barcelona y Real Madrid con el beneplácito interesado de demasiados medios de comunicación e instituciones).

En este blog hemos publicado dos series dedicadas a este modélico entrenador desde su llegada al Atleti un 23 de diciembre de 2011, víspera de Nochebuena: Los Diez Mandamientos de Simeone (que va ya por su 3ª entrega), dedicado a las consignas, axiomas o instrucciones que el argentino acostumbra a dar a sus jugadores, entorno y afición a modo de sloganes y consignas para propagar su doctrina entre los fieles a la causa cholista. Y Simeone visto por sus rivales (que también ha alcanzado el tercer episodio) en el que se glosan distintos testimonios de jugadores y entrenadores que analizan desde el elogio, la admiración y siempre el respeto lo que el argentino está significando para la revolución y resurrección del club rojiblanco madrileño. Ambas con gran aceptación y seguimiento.

Ahora acometemos una nueva tirada de posts dedicados a lo que la gente colchonera (jugadores en activo, ex-jugadores, ex-entrenadores y en la que también tendrán cabida personajes famosos de otros ámbitos y de significada querencia hacia el Atleti) piensa de su «mesías»: Simeone visto por los suyos, que esperamos que tenga la buena aceptación de los anteriores y, al igual que ellos, sucesivas entregas. Y lo deseamos porque eso sería señal de que los éxitos de Simeone y del Atlético de Madrid se seguirían sucediendo.

Lamentablemente, el contenido de este post se ha visto condicionado por la desgraciada derrota de la final de Lisboa de Champions League. Ya se sabe que así como la victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana. Y también, el enfoque de este post ha quedado afectado desde el momento en que los grandes clubs del mundo han terminado fijando sus objetivos en prácticamente toda la plantilla rojiblanca por la colosal temporada del Atleti y sus grandes actuaciones en la máxima competición continental. Las manifestaciones previas al 24 de mayo de algunos de los interesados, que sonaban comprometidas y sinceras y que encajaban a la perfección en la filosofía de esta nueva serie, se han desvirtuado en buena parte al conocerse escasos días después una catarata de rumores y noticias sobre la posible salida de más de un jugador, por lo que conviene relativizar las eufóricas declaraciones hechas en momentos de ilusión y hambre de triunfos, tamizándolas con las nuevas revelaciones (algunas de ellas inesperadas y sorprendentes) que van apareciendo en los medios. El brillante humor de Jorge Crespo Cano es una buena terapia para no entrar en la melancolía.

Vayamos con lo que de Simeone han dicho algunos de los suyos.

David Villa: «Simeone es la clave. La garra y el reflejo en el que nos miramos todos cada día en el campo. Esto es para la historia».

El delantero asturiano (1981), multilaureado con la selección española y a nivel de clubs (ha conquistado trofeos con Zaragoza, Valencia y Barcelona) ha presentado unas cifras muy dignas en su primer  año cedido al club de la ribera del Manzanares, siendo de valorar sus 15 goles (13 en Liga, 1 en Supercopa de España y 1 en Copa del Rey, algunos de los cuales han deparado puntos que luego han resultado vitales para la consecución del trofeo de la regularidad y que podrían haber sido bastantes más si sus disparos no se hubieran encontrado con el poste o el larguero) y un número considerables de asistencias. Lo cual teniendo en cuenta las circunstancias de su fichaje, su estado físico tras una lesión, su poco protagonismo en su última temporada de azulgrana y el estar a la sombra en el Atleti del que ha sido jugador más determinante de la Liga, Diego Costa, no es mal bagaje. En la celebración del título de Liga, tanto en los momentos de euforia en Barcelona tras el pitido y en el inmediato viaje de vuelta, como en los de las celebraciones multitudinarias en la capital de España al día siguiente, es de significar la alegría improvisada y sentida que manifiesta Villa en su lenguaje corporal y en la sinceridad que transmite con sus palabras. Todo ello, indudablemente no impostado y perfectamente apreciable en el vídeo de ATM Insider del departamento de márketing y comunicación del club, debería haber traído consigo la renovación automática del ex-valencianista. Y es que observando con atención el vídeo, parece que quizá también Villa se había quedado impregnado de lo que significa el veneno del Atlético de Madrid. Sin embargo, la más que probable salida del asturiano hacia tierras estadounidenses en busca del retiro dorado demuestra que, aunque sin duda el 7 de España haya quedado marcado por su breve paso por el club del Manzanares con el que ha obtenido su tercer título de Liga, ha podido más en él la jugosa e irrenunciable oferta de dólares estadounidenses…

Kiko Narváez: «Cholo es el carácter, la competitividad, la creencia».

Desde su labor de comentarista televisivo, radiofónico o a través de sus artículos en prensa (bastante más objetivo y moderado, pese a nunca ocultar su adn rojiblanco, que la mayoría de periodistas deportivos con comportamientos de forofos de camiseta y bufanda que frecuentan interesadamente y de forma teledirigida tertulias y programas deportivos), el gaditano Kiko (1972), uno de los héroes del Doblete del 96 y compañero del bravo Simeone que luchaba y presionaba en aquel inolvidable equipo, siempre ha defendido en general al Atleti desde el análisis y en particular al Cholo. Con estas palabras, Kiko personaliza en Simeone todas las virtudes actuales del Atlético de Madrid: el carácter batallador, la competitividad como si cada partido fuera el último y la creencia y fe que sus palabras generan en sus aguerridos jugadores.

Filipe Luis: «Simeone ha hecho que se mueva el mar. Llegó con una mentalidad y un conocimiento del club muy importante. Él sabe lo que significa esta casa y lo que hay que hacer para triunfar aquí. Cuando llegó el Cholo me cogió, me dijo lo que quería de mí, me situó en el campo y me dijo que me saldría todo. Me demostró una confianza increíble poniéndome en casi todos los partidos. En ese momento recuperé la confianza perdida. El fútbol es un estado de ánimo y Simeone me ha conquistado.»

El brasileño Filipe Luis Kasmirski (1985), considerado por muchos (menos para su seleccionador nacional) uno de los mejores laterales izquierdos del mundo, siempre ha reconocido la devoción que siente por el argentino y cómo le hizo cambiar como jugador, adquiriendo una seguridad y fortaleza mental de las que carecía cuando llegó desde el Deportivo de La Coruña. Filipe Luis (al que también hay que valorar que haya olvidado su paso por las categorías inferiores del eterno rival y que, en cambio, siempre manifieste con rotundidad, seguridad y firmeza su amor a la camiseta rojiblanca) apunta a una de las razones del éxito del Cholo: haber vivido desde dentro lo que significa el club rojiblanco y además haber triunfado en él. Desde la afición a la directiva, pasando por el cuerpo técnico y todo el entorno rojiblanco, la comunión con el argentino es total y sus jugadores lo palparon desde el primer entrenamiento. Y en lo particular, Simeone transformó a un inseguro jugador (tanto por una grave lesión que arrastraba al llegar como por el desaprovechamiento que hicieron de él los anteriores entrenadores del Atleti -ninguno de ellos «de la casa»-) en uno de los insustituibles de la defensa del Atlético de Madrid y dueño absoluto de la banda izquierda. Tanto ha crecido Filipe Luis en el Atlético de Simeone que media Europa está pendiente de él. A la publicación de este post, llegan noticias sobre el serio interés por el lateral izquierdo por parte del Chelsea de José Mourinho, al que la exhibición del Atleti en el partido de Stamford Bridge de semifinales de Copa de Europa parece que le ha llevado a encapricharse no sólo con el lateral brasileño, sino con otros jugadores imprescindibles para el Cholo. Esperemos que Filipe Luis no cruce el mar…

Radomir Antic: «Simeone ha moldeado un equipo de jugadores que han renunciado a su ego por un bien mayor».

El entrenador serbio que comandó aquel equipo de leyenda también se suma a los fans de Simeone, al que tuvo bajo su tutela. Muchos de los santos y señas de aquel Atleti, han sido fagocitados por el Cholo entrenador, que como jugador ejercía la presión junto a Vizcaíno para que Pantic y Caminero crearan, sabía dormir los partidos y se sumaba con decisión y eficacia al ataque en las jugadas de estrategia. Virtudes todas ellas de aquel Atlético de Madrid que Simeone adapta y versiona para su equipo campeón. Antic (1948) incide en una cuestión importante que caracteriza a los del Cholo y que ha culminado en esta inolvidable temporada: los egos, las sesiones de maquillaje y vestuario para campañas publicitarias, los señalarse a sí mismos como artífices exclusivos de los éxitos de un colectivo (todo ello lo ha vivido el serbio en primera persona durante sus etapas de entrenador de aquellos Real Madrid y Barcelona llenos de estrellas), se dejan aparcados en beneficio del trabajo en equipo. Porque los jugadores de Simeone han entendido la enseñanza repetida desde el primer día por el argentino: han venido a un equipo único al que hay que darle todo olvidando las individualidades porque el retorno que te dará será aún mayor.

Giovanni Simeone: «Dentro de la cancha te mataba, te comía los talones. El Atlético de ahora es un reflejo de lo que él piensa».

Giovanni, el hijo mayor del Cholo nacido en España en 1995, milita actualmente de delantero en el River Plate donde acaba de proclamarse campeón del Trofeo Clausura. Nadie mejor que él para analizar el trabajo de su padre, al que adora, con el que está en continuo contacto pese a la distancia que les separa y con el primero que su padre comparte sus triunfos por teléfono y del que ha heredado su garra y coraje, según las crónicas que llegan desde Argentina. Las virtudes de Diego Pablo Simeone como jugador (tesón, pelea, brega sin fin…) expresadas de un metafórico pero gráfico modo porteño (matar, comer…sinónimos de jugador canchero), se trasladan y reflejan en su dedicación y trabajo como entrenador.

Olíver Torres: «Lucha, compañerismo, solidaridad, coraje, orgullo, pasion… Enhorabuena @Atleti, enhorabuena a toda la aficion. Enhorabuena campeones».

A través de su cuenta en Twitter, el prometedor canterano del Atleti Olíver Torres (1994) se apresta, nada más obtener el título de Liga en el Camp Nou, a felicitar a sus compañeros y a compartirlo con sus 163.000 seguidores. Aunque se da la circunstancia de que también el joven jugador fue partícipe de este título de Liga (anotó el gol más rápido que ha marcado en toda su historia el Atlético de Madrid en Liga, en el 5-0 frente al Betis) hasta que en el mercado de invierno fue cedido al Villareal para coger ritmo de primera división en un equipo como el castellonense que le garantizara los minutos que Simeone no le podía dar. Olíver ensalza las virtudes atesoradas por los del Cholo desde hace dos temporadas a la vez que felicita a la fiel afición colchonera. Quizá el rodaje que el jugador cacereño ha tenido en el Villareal, junto a la marcha del brasileño Diego Ribas tras el medio año de desaprovechada cesión, le pueda servir para facilitar su vuelta al club del Manzanares y aportar los valores que pregona de sus compañeros.

Diego Godín: “El Cholo es el gran artífice de todo eso, ha cambiado la mentalidad del club. Al principio parecía imposible pelear con los grandes”.

La cabeza de Milinko Pantic. La cabeza de Joao Miranda. Y ahora, el 17 de mayo de 2014, justo un año después que su compañero de zaga, la cabeza del uruguayo Diego Godín (1986) vuelve a darle una Liga al Atlético de Madrid, la Décima, tras 18 años del último campeonato conseguido.
«Has pasado a la historia del Atlético«, le espetó al charrúa un eufórico Simeone saltando sobre él, una vez que Mateu Lahoz había señalado el final del partido ante el Barcelona en el Camp Nou y que suponía el décimo campeonato de la regularidad para los colchoneros. Uno de los baluartes de la férrea defensa rojiblanca (y uno de los cuatro jugadores a que se refiere el Cholo cuando afirma que con mirar a la cara a sus cuatro guardias pretorianos, sabe en qué disposición se encuentra todo el equipo) se deshace en elogios hacia el entrenador argentino, con el que el uruguayo adquirió seguridad y jerarquía en el centro de la defensa. Y es que Godín llegó al club en una etapa menos triunfal (en el último tramo de Quique Sánchez Flores y en la breve estancia posterior de Gregorio Manzano al frente del banquillo), y aunque ya paladeara como colchonero un título nada más aterrizar desde el Villareal (la Supercopa de Europa frente al Inter de Milán), el charrúa da en la diana en destacar lo que institucionalmente ha significado Simeone para el cambio de mentalidad de la entidad a todos los niveles y el respeto reverencial que el Cholo provoca en los jugadores y en la afición. Sin olvidar uno de los quids del éxito de Simeone: el haber peleado hasta el final y en las tres competiciones con los grandes rivales, presionándoles, desgastándoles, eliminándoles y arrebatándoles puntos que al final han resultado esenciales (6 puntos conseguidos contra Barcelona y Real Madrid frente a uno o ninguno de las últimas temporadas) para la obtención del título de Liga. Y es que esta temporada ha adquirido su verdadera dimensión y significado lo que ya apuntó en su momento Simeone en uno de sus mandamientos (véase la 3ª entrega): “Quisiera jugar todos los partidos contra Real Madrid y Barcelona. En cada encuentro aprendes. En cada encuentro creces“.

Tiago Mendes: «Si Simeone nos dice que nos tiremos por un puente, nos tiramos. Para nosotros, el Cholo es Dios».

El centrocampista portugués Tiago Mendes (1981) ha sido una de las debilidades de Simeone en los años que lleva de entrenador colchonero. Pese a su irregularidad, a sus lesiones y a lo limitado de su fortaleza física por su edad, el Cholo sabía de su experiencia atesorada en sus anteriores equipos (especialmente en Chelsea, Olympique de Lyon y Juventus de Turín, con lo que había acumulado una treintena de participaciones en competiciones europeas) y lo que ello le podía reportar al Atleti cuando llegaran partidos importantes de Champions League. Y así fue: Tiago, acostumbrado en los años anteriores a ser el recambio de los otros mediocentros (Gabi y Mario Suárez), se reveló esta temporada como uno de los puntales sobre los que se cimentaba el juego de los del Cholo. En los partidos importantes (cuartos de final, semifinales de Copa de Europa -especialmente la vuelta en Stamford Bridge con dos aperturas en largo para el desmarque y asistencia de Juanfran Torres- y último encuentro de liga contra el Barcelona), y aprovechando la baja forma por lesión de Suárez, el portugués vino a agradecer la confianza de Simeone (que ya había peleado por la renovación de Tiago a la finalización de la temporada anterior), correspondiéndole con unas inconmensurables actuaciones. Y Tiago se erigió como uno de los lugartenientes de Simeone, declarándose totalmente imbuido del Cholismo: pocas declaraciones de fe tan contundentes hemos encontrado en estos años a un jugador que haya entrenado a las órdenes del argentino: lo que diga Cholo, nuestro Dios… Y acompañadas de dos momentos que se han quedado en la retina de todo aficionado colchonero como muestra perfecta de lo que llega a enganchar este club en jugadores que en principio no llevan sangre rojiblanca en sus venas: las lágrimas de Tiago tras la derrota en la final de Copa del Rey 2009-2010 contra el Sevilla, y la emoción que embargó al portugués tras la obtención en el mismo Camp Nou del título de Liga 2013-2014 (por cierto, su primer título directo con el Atleti ya que en las anteriores finales de Europa League, Supercopa o Copa del Rey ganadas por los rojiblancos, curiosamente el portugués no participó por unas razones u otras). Sin embargo, a la publicación de este post, todo parecía apuntar a que Tiago había sido convencido por su compatriota José Mourinho para formar parte de su nuevo Chelsea hecho a imagen y semejanza del Atleti de Simeone, por mucho empeño que de nuevo estaba poniendo el argentino para convencer a la dirección técnica de la renovación absolutamente ganada y merecida del portugués para la temporada 2014-2015. Una nueva muestra de que en esto de los sentimientos de los jugadores profesionales por los colores de una camiseta, hay que tomar cierto distanciamiento y ver el hueco del puente con perspectiva…

Rubén Ratón Ayala: «Los jugadores de este Atlético tienen la misma actitud que tenía Simeone dentro del terreno de juego: la garra, el coraje… Eso lo ha inculcado muy bien el Cholo. Diego Pablo hubiese encajado perfectamente en nuestro equipo. De hecho, creo que tendría cabida en cualquier equipo. Con él el estilo del Atleti es argentino. Es compacto, sube, se va a un costado, baja… Y en los ataques llegan casi todos los jugadores. El Cholo supo conjuntar el equipo y es lo mejor que hace… No sé si es el mejor de la historia, pero sí uno de los mejores Atléticos, sin duda».

Uno de los héroes de aquel Atleti de leyenda de los años 70 fue el argentino Rubén Hugo Ratón Ayala (1950), que hace un análisis en profundidad de las virtudes que ha inculcado su compatriota Simeone al equipo en el que militó de 1973 a 1980 y con el que consiguió Copa Intercontinental, Copa del Rey y Liga. En los prolegómenos de la final de Copa de Europa de Lisboa, Ayala pone en valor algunas de las razones del éxito del Atlético del Cholo: garra, coraje, transmitir credibilidad a lo suyos por haber sido todas ellas virtudes que atesoraba el actual entrenador cuando ya era jugador. Y cómo su Atleti juega como un equipo argentino, con todo lo que ello supone: juego compacto y solidario, en el que todos defienden y todos atacan (de hecho los 116 goles conseguidos por el Atlético de Madrid esta temporada, 77 en Liga, no han sido exclusiva de su delantera: 16 jugadores diferentes han marcado goles en las 4 competiciones), todos se repliegan y todos presionan, así como la capacidad de conjuntar un equipo a base de hombres, no de nombres.

Gabi Fernández: «Mi única idea es seguir en el club. Es normal que todos los equipos quieran a nuestros jugadores, pero habrá que preguntar a los jugadores del Atleti si se quieren ir. Se puede mejorar en el plano económico, pero en lo deportivo, pocos equipos».

Hemos dejado para el final de este post las declaraciones de quien personifica la reencarnación de lo que Simeone significaba como jugador y su extensión en la actual plantilla del Atleti: el capitán Gabi Fernández (1983). Palabras que no ensalzan directamente al Cholo (ya ha pronunciado muchos elogios hacia él desde que llegó) pero que sí son toda una filosofía para entender lo que es el actual Atlético de Madrid gracias a la impagable labor de dos años y medio de dedicación absoluta del entrenador argentino al club del Manzanares. Todo un ejemplo para sus compañeros, para los que alberguen dudas de si quedarse o cambiar de aires ante tentadores cantos de sirena, para los que vayan a venir, para los que sueñen desde la cantera en llegar a significar para el Atleti lo que han logrado Koke, Mario Suárez o el propio Gabi: pocos equipos tan especiales y tan ganadores como el Atlético. Un aviso también a la rumorología interesada y propagada por la prensa deseosa de que el dominio de Barcelona y Real Madrid regrese pronto a la Liga española, tras la sensación mundial que ha supuesto que el Atlético de Madrid dinamite el fútbol español.

 

Rafael Valentín-Pastrana

@rvpastrana